domingo, 14 de abril de 2013

¿ESTA EUROPA POR LA LABOR DE LA LUCHA CONTRA EL FRAUDE?



Una de las buenas noticias económicas  de esta semana  ha sido que: 

"España, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido han lanzado este martes 9 de abril de 2013, un proyecto piloto para mejorar el intercambio multilateral de información fiscal con el objetivo de combatir el fraude y la evasión de impuestos".

Después del resultado de las operaciones intracomunitarias y el fraude del IVA  que se ha realizado con las mismas, es una de las medidas económicas mejores que pueden llevar a cabo los Estados de la Unión.

La lucha contra el fraude y las operaciones derivadas del comercio comunitario deberá ser primordial, ya que de otra manera las empresas concretamente españolas, y más ahora que el mercado nacional esta prácticamente parado, necesitan libertad de operatibilidad y comercio,  dentro de la unión y actualmente lo que estaba sucediéndoles es que, estaban siendo sometidas a unas medidas muy rígidas de control e inspección internas, cuando dichas mercantiles se daban de alta como operadores intracomunitarios, llegando la inspección incluso a solicitar la veracidad de estas operaciones, mediante la aportación documental de las facturas emitidas o recibidas,  lugar de almacenamiento de las mercancías, domicilio social de la empresa, oficinas, etc, para verificar que detrás de estas altas intracomunitarias, no se esconden operadores fantasmas, cuya finalidad es la defraudación delta IVA. 

Es importante pues que exista una verdadera agilidad a la hora de traspasar la información entre los países de la Unión para hacer posible una fluidez comercial que de otra manera es difícil controlar.

Una de las medidas más eficaces para el control del fraude fiscal y la evasión de impuestos, es la transparencia y el intercambio multilateral de la información fiscal que se tiene, con cada uno de los países miembros de la Unión Europea, es por ello fundamental, que estas iniciativas sean adoptadas, no sólo por cuatro o cinco países sino por el total de los estados miembros y con carácter de obligatoriedad.

En esta línea y al parecer con bastantes reticencias, por fin Luxemburgo, bajo la actual presión política, y más después de los hechos acontecidos en Chipre, ha manifestado, que a partir del 2015, entregara información relativa a las cuentas personales que tengan en sus bancos los ciudadanos de otros países europeos, pero no ha dado ninguna indicación de que esté dispuesto a aceptar que la transparencia se extienda a las cuentas que vayan a nombre de sociedades creadas para evadir impuestos.

Considero fundamental el reforzar las políticas antifraude, en pro de las empresas que religiosamente liquidan sus impuestos, ya que es una vergüenza que en la situación actual en la que se encuentran nuestros autónomos y Pymes, existan mecanismos, que fomenten y oculten la defraudación dentro de los Estados miembros de la unión y no sean penalizados por ello. 


POR UNA ARMONIZACIÓN EUROPEA DE LOS IMPUESTOS COMO MEDIDA PARA PALIAR LA CRISIS FINANCIERA


En la situación de incertidumbre que nos encontramos, actualmente, donde además parece que nuestros dirigentes tanto españoles como europeos carecen de la dignidad moral que debería ser inherente al cargo,  escuchamos manifestaciones de la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde además en plazas alejadas de las nuestras, donde pretende realizar unas aportaciones que den tranquilidad a los mercados y que sientan las pautas de lo que debería ser la situación bancaria Europea.

En palabras textuales de ella,  ha dicho: 

"Que la zona euro necesita una verdadera unión bancaria que fortalezca las bases de la unión monetaria, lo que implica completar el mecanismo único europeo de supervisión y una autoridad común de resolución".

Y yo me pregunto, ¿Como va ha ser posible realizar una verdadera Unión Europea, si hemos empezado la casa por el tejado, en lugar de realizar una estructura fuerte y determinante, que sostenga a todos los países miembros?.

Hasta qué no tengamos una verdadera armonización fiscal, en la que existan los mismos tipos de IVA para todos los países, en lugar de tipos impositivos totalmente divergentes:


Tipo general Tipo reducido
Alemania 19% 7%
Austria 20% 12% 10%
Bélgica 21% 12% 6%
Bulgaria 20% 7% 0%
Chipre           17% 5%
Dinamarca 25%
Eslovaquia 19% 10%
Eslovenia 20% 8,50%
España 21% 10% 4%
Estonia 20% 9%
Finlandia 23% 13% 9%
Francia 19,60% 7% 5,5%  o 2,1%
Grecia.   23% 13% 6,50% En las islas son el 6% y el 3%
Hungría 27% 5%
Irlanda 23% 13,50% 9% o 4,8%
Italia           21% 10% 4%
Letonia 22% 12%
Lituania 21% 9% 5%
Luxemburgo 15% 12% 9% o 6% o 3%
Malta           18% 5%
Países Bajos 19% 6% 0%
Polonia 23% 8% 5%
Portugal 23% 13% 6%
Reino Unido 20% 5% 0%
República Checa 20% 10%
Rumanía 24% 9%
Suecia 25% 12% 6%

Es impensable que podamos realizar una armonización fiscal ante tal panorama, desde el 17% que tiene  Chipre pasando por el tipo del 19% de Alemania, Países Bajos, Francia 19,60 % hasta el tipo de Rumania 24% o el 23% de Portugal, Polonia, Grecia e Irlanda, es evidente que ante tal situación es difícil aplicar las políticas de estabilidad correctas y más si las escalas del IRPF también son divergentes.

En relación a la Seguridad Social, también varían las cotizaciones de unos países a otros considerablemente así como las prestaciones recibidas de la Seguridad Social, junto con las indemnizaciones por despidos.

La cotización media a la seguridad social europea es del 10, 1% del trabajador y el 18,6% del empresario, por contrapartida nos encontramos con países cuyas cotizaciones están muy por encima de estos varemos, como en el caso de España, cuyo coste para el trabajador es del 5% y para la empresa del 28,9%, es decir la empresa en España soporta la mayoría de carga social en contra de otros países de la unión, donde las prestaciones  a la Seguridad Social están mucho mas equilibradas, como en el caso de Alemania que el  trabajador aporta el 17% y la empresa el 17%, o bien Luxemburgo donde los trabajadores cotizan  el 11% y la empresa el 12%, cabe destacar el caso Holandés como excepcional ya el que el trabajador aporta el 23 % y la empresa el 14%.

Es evidente y solamente hace falta la utilización del sentido común que ante tales divergencias Europa no puede ser competitiva, ni además aplicar actualmente las mismas políticas económicas, hasta no realizar realmente ajustes en todos los países de la Unión, estableciendo las bases de una armonización que será la que nos impulse a salir de la situación en la que nos encontramos.

Y en medio de toda esta parafernalia la Sra. Lagarde se permite el lujo de preconizar una unión bancaria, y manifestar que: "La equidad importa porque una distribución más equilibrada de los ingresos lleva a un mayor crecimiento sostenido y más estabilidad económica", premisa en la que todos seguramente estamos totalmente de acuerdo, pero que queda en papel mojado, sino se ve impulsada por unas políticas, fiscales, laborales y financiares homogeneizadas, por lo cual aconsejo a la directora que se dedique a solucionar su situación personal en lugar de darnos lecciones que al final se quedarán en agua de borrajas.